Si tu casa huele raro revisa estos sitios

¿Cansada de desconocidos o malos olores que se te meten en la nariz y no sabes de dónde vienen? Pues no te toca más remedio que ponerte en plan Jessica Fletcher, la adorable anciana de ‘Se ha escrito un crimen’, y afinar el olfato para detectar qué los causa. Aquí tienes algunas pistas para dar con ellos, y lo que es más importante: cómo evitarlos.


Como verás, algunos causantes de los malos olores son más evidentes que otros, como por ejemplo la basura, pero otros nunca lo dirías…

Las adorables mascotas

Si tienes gatos, perros u otras mascotas, ten en cuenta que muchas veces están detrás de ese mal olor que persiste por más que te pasas el día limpiando. Cuando se les cae el pelo, proliferan las bacterias que pueden acabar provocando un desagradable olor.

¿Cómo evitarlo? Además de pasar el aspirador por el suelo y las tapicerías para recoger los pelos, así como bañar a tus mascotas periódicamente (o limpiarlas con productos específicos si no se pueden mojar), no debes olvidar el lugar donde duermen, sus utensilios para comer y beber, y sus juguetes. Ten en cuenta que, si son de goma o plásticos duros, son una de las cosas que nunca dirías que se pueden lavar en el lavavajillas para ahorrarte esfuerzo y desinfectarlas mejor.


La ropa mojada

La ropa mojada y arrebujada es otra de las causas ocultas de muchos de los malos olores de casa. Si se seca mal, el agua de la humedad se descompone y provoca un desagradable hedor.

¿Cómo evitarlo? No dejes la ropa en la lavadora. Tiéndela tan pronto como se haya acabado. Además de ser una de las formas de alargar la vida de la ropa, evitas que coja olor a húmedo. Del mismo modo, no tires directamente al cubo de la ropa sucia los trapos mojados, las toallas húmedas después de ducharte o la ropa sudada y húmeda del gym, la piscina o la playa. Si no vas a poner una lavadora de inmediato, tiéndelas o extiéndelas en toalleros, respaldos de sillas o tendederos plegables.

La ropa de cama

Otro de los errores que solemos cometer con la ropa de casa es no lavar con la suficiente frecuencia las sábanas y la lencería de cama. La acumulación de gérmenes y bacterias en las sábanas, los almohadones y el colchón pueden estar de ese desagradable olor que estás buscando.

¿Cómo evitarlo? Por regla general, se recomienda lavar las sábanas semanalmente, los cubrecolchones y fundas interiores mensualmente, y cada seis meses limpiar el colchón.

Los cubos de basura

La basura es uno de los focos principales de los malos olores. Sin embargo, no basta con tirar la basura…

¿Cómo evitarlo? Aparte de no sacarla a diario (sobre todo si es orgánica), uno de los errores de limpieza más comunes es olvidarse de limpiar también los cubos de basura. Cambiamos la bolsa cada vez que la tiramos, pero a menudo no limpiamos el recipiente, algo que no solo provoca malos olores, sino que también es un potencial peligro para la salud por la acumulación de gérmenes y bacterias.



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